Dependiendo la edad o factores de riesgo (como diabetes, miopía, tabaquismo o prematuridad), las personas son más propensas a padecer enfermedades de la retina. Muchas de ellas ameritan tratamientos médicos o cirugías.
Si sospechas que tú o algún familiar pueden padecer enfermedades de la retina, acude con un retinólogo
Las ametropías son defectos oculares que producen la incapacidad de que se formen las imágenes captadas nítidas en la retina. Las ametropías principales son: MIOPÍA, ASTIGMATISMO E HIPERMETROPÍA
El Tamiz visual es un examen oftalmológico completo, que nos permite valorar el ojo del recién nacido, para ver que esté adecuadamente formado y que no tenga alteraciones congénitas.
El glaucoma es el ladrón silencioso de la vista y la segunda causa de ceguera en el mundo.
También conocidas como Pingüecula y Pterigión es un crecimiento anormal de la conjuntiva.
Es una enfermedad muy común en nuestros días. Entre los principales síntomas están: Ojo rojo, lagrimeo excesivo, ardor, irritación, sensación de arena o basura en el ojo, visión borrosa
Este padecimiento, también conocido como “retinopatía diabética”, ocurre cuando por mucho tiempo, se han tenido niveles altos de azúcar en sangre lo que produce alteración en la oxigenación de la retina.
La catarata es considerada la primera causa de discapacidad visual, sin embargo, es tratable y curable.
BEBÉS
Es importante realizar un TAMIZ VISUAL en el recién nacido para detección de enfermedades congénitas. Se realiza al mes de nacido. En los prematuros es importante realizarlo a la cuarta semana de vida, para descartar una enfermedad llamada RETINOPATÍA DEL PREMATURO.
INFANTES
Los niños en etapa de lactancia o escolar deben realizarse una revisión anual para estar seguros que el desarrollo visual se está llevando a cabo dentro de lo normal.
Sie el niño presenta algún síntoma como desviación de la mirada, parpadeo excesivo, comezón o pérdida del reflejo del ojo, deberá ser llevado de inmediato a una revisión oftalmológica.
ADULTOS
Todos los adultos deben realizarse una revisión oftalmológica al menos una o dos veces al año, aun si no hay presencia de síntomas. También si hay antecedentes familiares de padecimientos crónico degenerativos o de enfermedades de los ojos existentes en la familia.
TERCERA EDAD
En adultos mayores, en especial aquellos con enfermedades como diabetes, hipertensión, hiper o hipotiroidismo, artritis reumatoide o lupus por mencionar algunos, así como si existe antecedentes de tratamientos o cirugías previas, deberán acudir a revisión periódica con un oftalmólogo.
Aunque no se presenten síntomas, es importante realizar revisiones periódicas
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